La onagra se conoce como “la planta de la mujery no es para menos, pues tiene efectos muy beneficiosos en distintas etapas de la vida de las mujeres, en especial en la menopausia.

Su riqueza en ácidos grasos omega-6 es lo que convierte lo convierte en una gran ayuda para aliviar síntomas característicos de esta etapa tan molestos como los sofocos o los sudores nocturnos.

¿Qué es el aceite de onagra y cómo se obtiene?

Se obtiene de la onagra (Oenothera biennis L.), una planta con bonitas flores amarillas que se abren por la noche, de ahí su nombre en inglés: evening primrose (prímula o primavera vespertina).

Es originaria de Estados Unidos, que puede encontrarse en muchas zonas de España, en especial en Cantabria y Cataluña.

El aceite de onagra se obtiene de la presión en frío de las semillas de la planta. Es un líquido de color dorado que puede tomarse por vía interna o aplicarse en la piel.

 

Efectos del aceite de onagra en la menopausia

El aceite de onagra es rico en ácidos grasos omega-6, en particular en ácido linoleico (entre el 60% y el 80%) y ácido gama-linoleico (entre el 8% y el 14%), que ayudan a equilibrar el sistema hormonal femenino.

De hecho, su papel como regulador hormonal es tal vez el efecto más conocido del aceite de onagra. Se debe a que los omega-6 aumentan la producción de prostaglandinas, unas sustancias que ayudan a contrarrestar los cambios hormonales asociados a la menopausia.

Suele usarse como remedio natural para aliviar síntomas de la menopausia como los sofocos, los sudores nocturnos, el insomnio, la sequedad vaginal, los cambios de humor, el cansancio, el dolor en los senos o las molestias en las articulaciones.

Aunque es un tratamiento natural muy usado en la menopausia y muchas mujeres lo consideran útil, los estudios que han analizado los beneficios del aceite de onagra en los síntomas menopáusicos no son concluyentes y, mientras unos demuestran su eficacia, otros no le encuentran un efecto significativo.

Cómo usar el aceite de onagra en la menopausia

Aunque está disponible en diversos formatos, lo más frecuente es encontrar el aceite de onagra en forma de perlas de gelatina.

El aceite de onagra se oxida fácilmente, por lo que a menudo se encuentra mezclado con vitamina E, que evita su degradación y proporcionar efectos antioxidantes.

Suelen recomendarse unas dos o tres perlas al día, pero hay que revisar bien las indicaciones del fabricante y consultar a un profesional para que establezca la dosis indicada para lo que se quiera tratar.

Otras propiedades y beneficios del aceite de onagra

Más allá de sus beneficios en la menopausia, el aceite de onagra ayuda a fortalecer el sistema inmunitario y tiene poderosas propiedades antiinflamatorias y puede resultar muy útil para aliviar dolores y otros síntomas de enfermedades o problemas inflamatorios, como la artritis reumatoide.

Ayuda en problemas vinculados a la menstruación, como el síndrome premenstrual, que puede causar calambres musculares, dolor de cabeza o sensibilidad en los pechos.

Además, los ácidos grasos omega-6 del aceite de onagra favorecen la función de algunos neurotransmisores y ayudan a regular la producción de grasa en la piel.

Asimismo, se cree que puede ayudar a controlar el colesterol y la tensión arterial, por lo que resultaría beneficioso para prevenir problemas cardiovasculares.

Gracias a sus propiedades hidratantes y dermoprotectoras, es muy útil para tratar diversos trastornos la piel, como el acné o la dermatitis seborreica, además de ayudar a combatir el envejecimiento prematuro. También cuida el cabello y ayuda a prevenir su caída y la aparición de caspa.

Precauciones y contraindicaciones

En general, el aceite de onagra se considera seguro, pero es cierto que puede interactuar con algunos medicamentos (como los anticoagulantes, los antiplaquetarios, los antidepresivos o los antipsicóticos, entre otros) y si se toma cualquier tipo de medicación siempre conviene preguntar al médico antes de incluir un suplemento nutricional a la dieta.

Por otro lado, en el caso de las embarazadas o lactantes y de los niños pequeños también hay que preguntar siempre al médico.

En algunas personas, puede provocar dolor de cabeza, malestar estomacal, diarrea o náuseas.