La milenaria tradición del yoga considera que mente, cuerpo y emociones están profundamente interrelacionados, es decir, lo que afecta a uno de estos aspectos del ser humano se ve reflejado en los otros.
Hoy en día, la neurociencia avala esta idea a través de numerosas investigaciones. Por lo tanto, una de las claves del bienestar es cultivar los pensamientos positivos y las emociones elevadas (amor, alegría, gratitud, etc.), además de llevar una dieta saludable y hacer ejercicio con regularidad.
Las molestias y lesiones en la cadera (bloqueos, pinzamientos, bursitis…) son cada vez más frecuentes, incluso en personas jóvenes, y pueden afectar a la calidad de vida. Sufrir dolor en la cadera puede impedirnos descansar por las noches e, incluso, dificultar tareas cotidianas como caminar o levantarnos de una silla.
Si bien en estos problemas intervienen factores como unos hábitos sedentarios o una mala higiene postural, la dimensión emocional aporta un enfoque más amplio que bien vale la pena tener en cuenta y que también podemos trabajar con determinados ejercicios o posturas de yoga.
¿Que emoción se relaciona con la cadera?
La cadera es la articulación de nuestro cuerpo que soporta más peso y nos permite movernos y caminar. Desde la perspectiva emocional, la cadera guarda una estrecha relación con el miedo.
Así, la respuesta natural del cuerpo cuando nos sentimos amenazados es acercar las rodillas al pecho para protegernos en posición fetal.
El temor como actitud de fondo se traduce en micromovimientos que realizamos muchas veces al día y que generan una persistente compresión en la cadera. Con el tiempo, estas reacciones del cuerpo afectan a la movilidad y la tensión de la articulación, con síntomas como un dolor punzante en uno o ambos lados de la articulación.
Podemos interpretar esta molestia desde el punto de vista emocional:
- Miedo: La cadera permite a las piernas moverse hacia delante. El dolor puede indicar cierta indecisión para avanzar en la vida.
- Rigidez: La falta de flexibilidad en las caderas también puede advertirnos de un exceso de rigidez en nuestras relaciones, actitudes, ideas, decisiones…
- Apego al pasado: Si la molestia está localizada en la parte inferior de la espalda y los glúteos, conviene plantearnos si hay algo del pasado que no soltamos.
- Inseguridad: El bloqueo en las caderas está relacionado con la incapacidad para abrirnos y, más importante aún, para amarnos completamente.
Ejercicios para caderas que liberan emociones bloqueadas
Si alguno de estos rasgos físicos o emocionales se reflejan en tus caderas, las posturas de yoga que te propongo a continuación te ayudarán a aliviar molestias y a aumentar su flexibilidad y movilidad. Puedes incluirlas en tu rutina de ejercicios de forma alterna o ejecutar la secuencia completa tres o cuatro veces a la semana.